La privacidad y el derecho a la intimidad vs. La actuación antiterrorista
La nueva situación de miedo que se ha generado en toda Europa tras los últimos atentados cometidos por fundamentalistas islámicos en Londres este verano está propiciando la aparición de medidas antiterroristas por parte de los Gobiernos, encabezados por el Gobierno Británico de Tony Blair.
Limitaciones a la libre circulación de personas, capacidad de expulsión de aquellos individuos que hagan apología del terrorismo, registro de todas las llamadas realizadas desde teléfonos móviles… distintas medidas que intentan ponérselo un poco más difícil a los terroristas.
Desgraciadamente un terrorista circula libremente en nuestra vieja Europa gracias a que puede disfrutar de todos esos derechos que los Europeos nos hemos ido ganando a pulso durante siglos. Hoy esos derechos y comodidades se están volviendo en nuestra contra ya que les están sirviendo a ellos para esconderse impunemente entre nosotros.
A ninguno de los europeos nos gusta el volver a tener inspecciones policiales en las fronteras, o que se registren todas nuestras llamadas desde los móviles… y sin embargo vemos que son ese tipo de medidas las que nos proponen nuestros gobiernos. ¿Qué está pasando?
¿Vamos a tener que renunciar a nuestros derechos para protegernos? ¿Hasta que punto vamos a mejorar nuestra seguridad haciéndolo? ¿Dónde está el límite?
Tengo bastante claro que cuanta más libertades y derechos tenga la población, más difícil se lo ponemos a nuestras fuerzas policiales. Paradójicamente, entre todos pagamos una policía a la que nosotros mismos y nuestras libertades se lo estamos poniendo complicado para protegernos.
El “problema” es que cualquier inmigrante que se asienta en la vieja Europa, adquiere nuestros mismos derechos, que nosotros nos empeñamos en proteger, y en muchos casos ese individuo esconde en su interior un odio o un fanatismo que le impulsa a atacar a aquellos entre los que se ha integrado y que le han acogido.
Esto es simplemente una reflexión, que no intenta tomar partido sobre lo que se debe o no se debe hacer, ya que considero que es muy difícil opinar sobre un tema en el que hay muchas vidas en juego.
JM
La nueva situación de miedo que se ha generado en toda Europa tras los últimos atentados cometidos por fundamentalistas islámicos en Londres este verano está propiciando la aparición de medidas antiterroristas por parte de los Gobiernos, encabezados por el Gobierno Británico de Tony Blair.
Limitaciones a la libre circulación de personas, capacidad de expulsión de aquellos individuos que hagan apología del terrorismo, registro de todas las llamadas realizadas desde teléfonos móviles… distintas medidas que intentan ponérselo un poco más difícil a los terroristas.
Desgraciadamente un terrorista circula libremente en nuestra vieja Europa gracias a que puede disfrutar de todos esos derechos que los Europeos nos hemos ido ganando a pulso durante siglos. Hoy esos derechos y comodidades se están volviendo en nuestra contra ya que les están sirviendo a ellos para esconderse impunemente entre nosotros.
A ninguno de los europeos nos gusta el volver a tener inspecciones policiales en las fronteras, o que se registren todas nuestras llamadas desde los móviles… y sin embargo vemos que son ese tipo de medidas las que nos proponen nuestros gobiernos. ¿Qué está pasando?
¿Vamos a tener que renunciar a nuestros derechos para protegernos? ¿Hasta que punto vamos a mejorar nuestra seguridad haciéndolo? ¿Dónde está el límite?
Tengo bastante claro que cuanta más libertades y derechos tenga la población, más difícil se lo ponemos a nuestras fuerzas policiales. Paradójicamente, entre todos pagamos una policía a la que nosotros mismos y nuestras libertades se lo estamos poniendo complicado para protegernos.
El “problema” es que cualquier inmigrante que se asienta en la vieja Europa, adquiere nuestros mismos derechos, que nosotros nos empeñamos en proteger, y en muchos casos ese individuo esconde en su interior un odio o un fanatismo que le impulsa a atacar a aquellos entre los que se ha integrado y que le han acogido.
Esto es simplemente una reflexión, que no intenta tomar partido sobre lo que se debe o no se debe hacer, ya que considero que es muy difícil opinar sobre un tema en el que hay muchas vidas en juego.
JM
4 comentarios:
Desde este verano, que estuve en el EEUU post 11-S y ultraseguro, amo más a Europa.
Los últimos atentados ocurridos en Europa han tenido que ver con la guerra de Irak. Y aparte de los descerebrados de ETA, que gracias a Dios está cada vez peor, no hay actos terroristas, por lo que opino que la política europea, en este sentido, es buena.
Todo lo que estamos sufriendo se debe a algo que hicimos antes... No ha sido un ataque, sino un contra-ataque, no por ello menos injusto...
Que no paguen justos por pecadores, ¿o hemos olvidado que los españoles fuimos emigrantes en Alemania, Argentina, etc.?
Estoy de acuerdo con Buttercup. Nuestra propia historia debería ser tenida en cuenta, que tampoco por ser inmigrantes hay que poner el grito en el cielo.
El miedo es normal, sobre todo ante la incertidumbre. Y jode tener que perder derechos por adquirir seguridad. No, yo tampoco sabría cómo conseguir un equilibrio...
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