martes, septiembre 27, 2005

Una de toros


A mi me gustan mucho los toros, empecemos afirmando lo innegable, para que las cosas queden claras desde el principio. Pero aclaro que fundamentalmente me gusta el toro como animal, como el mejor ejemplo de fuerza, de fiereza y bravura sin comparación en el reino animal. La lidia de los toros, vista como fiesta o espectáculo, me gusta, pero de manera indirecta ya que me permite disfrutar de aquel animal que me gusta. Me encanta ver los toros en el campo, me encanta verlos pastar, y la sensación de fuerza y libertad que me transmiten.

Yo voy a la plaza a ver los toros de fulanito, a ver ese Pablo Romero de cara chata, o ese Victorino de color cárdeno claro o ese Conde de la Corte cornalón. Yo elijo las corridas por los toros a los que quiero ver, y soy de los aficionados llamados “más toristas que toreristas”.

Seguro que este es un tema polémico, ya que hay encendidos defensores de los animales, que se alinean como antitaurinos. Yo sin embargo, como defensor del toro de lidia, creo que la postura coherente es la opuesta. Y como aquí nadie me interrumpe, me explicaré con detenimiento.

El toro de lidia español es un bóvido, que se cría en estado semisalvaje en las estepas españolas y en algunos puntos del sur de Francia (en la Camarga). Es un animal, que requiere de un gran espacio para su correcto crecimiento, y las fincas que se destinan a su cría requieren de enormes extensiones de terreno y grandes inversiones económicas. En los últimos decenios ha sido objeto de importantes procesos de selección y de avances en cuanto a la pureza de las razas.

Su explotación económica es muy complicada ya que como productor de carne es inferior a cualquiera de las oras especies de ganado vacuno “domesticas” que consiguen muchos más kilos y más deprisa, como producción lechera es ridícula, y además hay que valorar que este animal requiere de un manejo especializado dada la peligrosidad de la especie.

Así pues, si no se realizasen corridas de toros en España, ¿Quién iba a mantener los toros bravos pastando en las dehesas? ¿Quién se iba a gastar los 30.000 ó 40.000€ que vale un toro? ¿Quién iba a mantener 120 hectáreas sin cultivar para que pastasen allí los toros? ¿Qué íbamos a hacer con los miles de familias que viven de cuidar a estos animales?

El toro de engorde que nos comemos cada día, y que nos venden en la carnicería de El Corte Inglés ha vivido 8 meses en una granja, en un cercado de 200 metros cuadrados lleno de treinta centímetros de excrementos pisoteados, hacinado con veinte congéneres más y alimentado de piensos. El toro bravo ha vivido cuatro años en una dehesa, nace en libertad con la vaca, le dejan crecer rodeado de otros novillos en el campo, con los que desarrolla comportamientos de jerarquía, y cuando llega a ser adulto si “apunta bien” tiene la posibilidad de reproducirse.

Y a cambio de esa vida, en la que los mayorales le miman para que no tenga contacto apenas con el hombre, que nadie lo toree ni se le acerque, cuando llega a la plaza, en el momento en que tiene cinco años, en el apogeo de su fuerza, tiene que hacer aquello para lo que ha nacido, para pelear. Y ese toro que sale al ruedo, que va a ser lidiado, realmente pelea por su vida, ya que todavía tiene una oportunidad e vivir; cada año unos 20 toros son indultados en las plazas españolas por el publico en respuesta a una bravura especialmente admirada por la gente.

No niego que el toro sufre, ya que es herido y casi siempre muerto en la arena; aunque como los boxeadores, en mitad de una pelea, con la tensión arterial a tope y el ansia de matar del animal, el cuerpo siente mucho menos el dolor que en frío.

Sin embargo, reconociendo el sufrimiento del toro en los últimos 10 minutos de su vida, yo quisiera mil veces ser el toro bravo que vive en el campo toda su vida, conoce la libertad y muere peleando por su vida en la arena de una plaza de toros, antes que ternero de engorde que muere a los ocho meses con una descarga eléctrica en la frente sin haber visto jamás en su vida la luz del sol.

Un amante de los toros

JM

10 comentarios:

elmasmalo dijo...

A mi también me gustan los toros, los toreros no. Y vería bien las corridas de toros si fueran de igual a igual, esto es, cada uno con lo que le viene de nacimiento, el toro con sus cuernos y el hombre... con sus manos. Pero si le sumas picas, banderillas, que viene tocadito desde chiqueros, etc, etc... Eso ya no es una pelea justa (como matar ciervos escondido con una escopeta a mucha distancia)

Raist dijo...

A mí, aunque entiendo poco, me gustan los toros... cierto es que soy un insensible con los animales, porque no nos solemos gustar mutuamente...

Ciertos pases de capa y muleta me parecen un arte.

Anónimo dijo...

MUY BIEN DICHO, CHEMARQ.
Yo también lo firmo.

Mi querido másmalo, efectivamente la pelea en el ruedo no es de igual a igual (y habría que añadir que un toro indultado suele morir durante las siguientes semanas). Tampoco lo es cuando aplastas una cucaracha en tu casa.

Mis discusiones con el jefe no son de igual a igual. Ni con mis clientes. No es justo cuando he tenido que "empalmar" por trabajo (unas 5 veces en mi corta carrera) ni cuando trabajo 65 horas semanas (salvo en verano, durante el resto de mi vida).

¿Esos 10 minutos son justos? ¿Es justo que la gente disfrute en un espectáculo? Pues sí. Es el precio que han de pagar por haber vivido 8 veces más que sus primos y como auténticos reyes.

Si me dan a elegir, yo lo tengo muy claro.

Firmado: Una vaca de granja con aires de grandeza

Buttercup dijo...

Uyyyyy, casi me convences :-)

Buttercup dijo...
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Isthar dijo...

Me gusta el toro como animal. Me gustan los animales.

Y precisamente por eso considero humillante, cruel y despiadado el circo que se monta para ver cómo un torero se dedica a herirlo hasta la muerte (con todos mis respetos)

No me gusta que se haga daño a un animal, que se le mate incluso, de forma injustificada. Y esa crueldad es sólo propia del ser más inhumano que existe, el ser humano ;)


Y sí, hay otras cosas iguales o peores a estas, y todas las critico (ya era la niña que salvaba a las lagartijas en el colegio :P)

CHEMA RQ dijo...

¿Y porque no te gusta ver como hieren a un animal (cosa que entiendo y respeto) estarias dispuesta a condenar a esa especie a la extincion Ishtar????

Yo entiendo tu postura cuando la explicas... me parece logica, y coherente con cierta sensibilidad, y comportamiento anti-violento. Muy respetable... aunque quizas sea un razonamiento algo infantil, ya que no se para a reflexionar sobre las consecuencias.

¿Pero entiendes tu mi razonamiento? ¿Te consideras capaz de rebatirlo?

De todos modos te digo esto desde el respeto que me produce el hecho que tu simplemente dices "a mi no me gusta" y eso es incontestable. Es completamente personal y defendible.

JM

Anónimo dijo...

Vayamos por partes.... en cuanto a que la "especie" del toro de lidia se extiguiría en el caso que desaparezcan (que lo harán) las corridas de toros, lo cierto es que el argumento de por sí no tiene ningún valor: En primer lugar porque el toro de lidia no es una especie como tal, sino una subespecie de los bóvidos, creada única y exclusivamente para la lidia... es decir, es como si mañana se consiguiera una subespecie nueva, una raza de perro que se usara para hacer un espectáculo sangriento con ella y me dijeran que si se deja de practicar ese espectáculo se pierde la raza... pues muy bien, que se extinga... al fin y al cabo el motivo para el que se creó no justifica los medios por los que se obtiene su rentabilidad...

De todos modos, ahondando en el argumento de la extinción o no de una determinada subespecie, tampoco vamos a llevarnos las manos a la cabeza, han desaparecido cientos de miles de especies (de las de verdad, como el bucardo o como está a punto de pasar con el lince ibérico) y a nadie parece que le afecte demasiado, no al menos a los taurinos que ahora parece que nos queréis hacer creer que vaís a las plazas única y exclusivamente para salvar al pobre animal...

Tambien se argumenta que si desaparecen las corridas de toros (que lo harán más pronto que tarde) habría muchas familias que sufrirían los efectos económicos... bueno, yo creo que no tantas, porque está demostrado que casi el 80 % de los ingresos de la Tauromaquia van a parar a manos de los empresarios y toreros que son sólo unos poquitos... Y si a eso le unes las subvenciones que nos ahorraríamos todos los españolitos que van a parar del dinero de nuestros impuestos hacia la tauromaquia (en forma de mantenimiento de plazas públicas, retransmisión de corridas por teles públicas, subvenciones a escuelas de tauromaquia, etc etc..) yo creo que la cosa compensa, pero aunque no lo hiciera, todos los días se cierran empresas por motivos de inviabilidad, y las familias que se quedan sin empleo buscan otros trabajos con los que ganarse el pan... sinceramente no creo que fuera una catástrofe a nivel nacional ni mucho menos, y aunque lo fuera, sin duda, tambien lo sería terminar con la industria armamentística y sin embargo todos estaremos de acuerdo con que si no hubiera Guerras ni armas la humanidad sería mucho mejor. SIn duda, que una determinada actividad como las corridas de toros genere negocio o trabajo no le otorga legimtimidad por ese mero hecho (el de que genere trabajo). Si no, legalizemos las drogas, el tráfico clandestino de armas o de órganos, porque tambien generan dinero...

Y para terminar, pidiendo disculpas por la magnitud del mensaje, deciros que no podemos decir que las corridas de toros estén bien porque otros animales vivan peor... quizá habrá que plantearse, en general, lo malvados que somos los humanos con casi todos los animales (por supuesto más con cerdos, vacas, etc... que con los toros, pero no por ello nos debemos olvidar de éstos o hacer la vista gorda...). Justificar la tortura y la muerte del toro comparándolo con la vida de un animal de granja sería como justificar el asesinato de un millonario que ha vivido toda su vida muy bien diciendo que hay muchos niños en Africa que mueren a las pocas horas de nacer... No señores, si somos coherentes, ni lo uno ni lo otro.

Muchas gracias por dejarme expresar en este foro, y sobre todo por el clima de entendimiento que existe pese a las grandes diferencias de ideología.

Un saludo

. dijo...

Es una gran cobardia humana, prepotencia, vanidad...y encima se hacen millonarios para enriquecer a sus zorras,(que generalmente les ponen "los cuernos" con su amigo íntimo, solo que deben callar para que no se cuestione su valentia), a base de la tortura de los toros. No es un arte, es un asesinato legal.
bohemiamar.

Anónimo dijo...

Alberto, me parece que has argumentado muy bien en contra de los endebles razonamientos dados para sostener la existencia del que quieren llamar "noble arte de la tauromaquia".
Y hay otros defensores de las corridas que pretenden que solamente quien sea vegetariano es apto para opinar en contra. Como si la crueldad tuviera algo que ver con el alimento. O uno que encontré recientemente, que se estraña de que consideren como una gamberrada y no un delito, el que unos adolescentes torturen a un mendigo y le prendan fuego, pero ve muy normal que se torture a un animal en público y lo llamen espectáculo.
Quizás más de un sicópara esté pensando que es bueno acabar con todas aquellas persona que han tenido una vida confortable, porque hay muchos que, en el mismo tiempo, han sufrido necesidades.
Los que se dicen amantes del toreo, es preferible que digan que les gusta, simplemente, sin añadidos, al igual que hay quienes les gusta cazar o lanzarse de un puente amarrados de una cuerda. Eso puedo entenderlo y respetarlo. Pero no me vengan con cuentos seudo-altruistas de preservación de especies, o de tradiciones ancestrales. Podemos ponerlos a todos en una plaza de toros a pelear unos contra otros con una espada en la mano, a la más pura tradición de los gladiadores. ¿O esa no es también una antigua tradición que entretenía a las masas?