miércoles, septiembre 14, 2005

Una de huracanes caribeños...


Los huracanes, fenómeno meteorológico conocido desde tiempo inmemorial, han pasado a ser noticia en los últimos días. El desastre natural que ha ocurrido en Nueva Orleáns los ha puesto de actualidad.

Los estados norteamericanos bañados por el Golfo de Méjico han sido zona natural de paso de los huracanes, que año tras año, en esta época del año se crean en el Golfo, y que avanzan arrasando las islas caribeñas que encuentran a su paso. Lo poco habitual es que un huracán de la fuerza del ultimo, haya golpeado en una zona densamente poblada como Nueva Orleáns.

Ante los desastres naturales como el que ha ocurrido, el ser humano se da cuenta de su pequeñez, y de su indefensión ante las tremendas fuerzas que puede desarrollar la Naturaleza. Las erupciones volcánicas, los tornados, las inundaciones, los rayos, los terremotos, nos hacen darnos cuenta de que nuestro orgullo desmedido es muchas veces superior ante nuestras propias capacidades.

Estamos en el s. XXI y sin embargo cuando llegan estos fenómenos naturales, no nos queda más que guarecernos donde podemos, y esperar a que “pase la tormenta” como hicieron ya hace miles de años nuestros antepasados al esconderse en las cuevas.

Los hechos ocurridos a mi me hacen reflexionar, sobre nuestra pequeñez. Nada, o muy poco podemos hacer para evitar que un huracán golpee nuestra comunidad y deje nuestras casas destrozadas… solo podemos hacer lo posible por socorrer y ayudar a quienes han sufrido esa desgracia lo antes y lo mejor posible.

Los últimos hechos y los miles de afectados, nos enseñan que hasta en la ultra avanzada y súper orgullosa Norteamérica se cometen grandes fallos, y que ningún país está preparado para responder ante la devastación que produce un desastre natural como el que ellos han sufrido. No quiero entrar a valorar las múltiples deficiencias e ineficacias que seguro que han realizado desde el Gobierno USA, que seguro que son cientos, porque mi reflexión hoy se centra en que nadie es capaz de prever en todo su territorio, la cantidad de contingencias como este desastre natural que pueden llegar a pasar.

Sirva este recuerdo para todos aquellos que perdieron sus vidas en este desastre.

JM



3 comentarios:

Pow dijo...

Ya dicen que quien cabrea a la Tierra ha de estar preparado para asumir las consecuencias...

Buttercup dijo...

Leí que la superficie inundada equivalía a media España, ¿quién puede estar preparado para eso?

elmasmalo dijo...

Afortunadamente, el hombre sigue siendo una raza más del mundo, un animal, que vive y muere por la naturaleza, deberíamos recordarlo más a menudo...