Me encanta el otoño en Zaragoza, cuando llegan estos días de Septiembre en que ya el calor no aprieta tanto, se puede pasear a gusto por la ciudad, e incluso apetece ponerse una chaqueta o un jersecillo ligero.
Después de los calores de Agosto, del sol a plomo cayendo por las tardes y las cigarras cantando como locas… que corra algun soplo de aire fresco sabe a gloria bendita. Y estos dias yo los saboreo con deleite.
Ya se que, desgraciadamente, en Zaragoza eso dura MUY poco; mi madre siempre ha dicho que comprar chalecos en esta ciudad es tirar el dinero, porque no se pueden usar más que una semana al año…je,je,je….
Esta es una tierra de bruscos cambios climáticos, de calor abrasador en verano y de crudo frio ventoso en invierno, y las transiciones de uno al otro son muy rápidas. Así que en unas pocas semanas esto se acabará y vendrá el cierzo y los abrigos…
Pero como yo soy persona optimista por naturaleza, vamos a disfrutar de estos dias… y cuando venga el frio… que nos quien lo bailao…
JM
3 comentarios:
Hay que disfrutar de la vida como viene. Y los grandes placeres, ya sabes, en copa pequeña ;-)
Pues sí, el cierzo este nos suele estropear muchos días que serían buenos...
Pues el cierzo ha llegado ya, el ir con el jersey y no pasar frío duró un día, el viernes concretamente...
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