martes, noviembre 22, 2005

De la alegría al llanto en 20 segundos


Os voy a contar un hecho real que me paso el domingo por la tarde, y que me hizo reflexionar posteriormente, y me dejo bastante mal cuerpo en el momento en que ocurrió. Anoche se lo conté a mi mujer, y la traumatizó, de modo que os lo cuento a vosotros, porque a mi me ha hecho pensar.

Había ido a ver a mis tios y ya salía de su casa, cuando llegué al portal había una niña de unos 12 años, jugando con un cahorrillo de cocker. La niña llevaba un vestidito rosa y coletas, y el cachorrillo ladraba juguetón a su alrededor por todo el patio. Cuando salí del ascensor se me enredó el perrillo entre los pies, jugando… como un peluche saltarín.

Cuando abri la puerta para salir a la calle, el cachorro se escapó detrás de mi, y echo a correr por la acera, la niña salio gritando detrás de él, y el perrillo huia de ella, corriendo y jugando a no dejarse atrapar. El cachorro se metió en la calzada por donde venán los coches, ajeno al peligro y la niña grito aterrorizada, y me temi lo peor.

El perrillo seguía mirando a la niña, y ni miraba los coches que se le echaban encima. Al final, vio venir al primero, y se echó un poco para atrás, lo que le salvó la vida; pero el coche pasó sobre su pata, oí claramente el "crac" de sus huesecillos al romperse. El cachollo comenzó a lanzar aullidos lastimeros, y corrió a tres patas hacia la niña, que lo cogió en brazos y se lo llevó llorando mientras el perrillo lanzaba aullidos de dolor.

Todo esto ocurrió en menos de 20 segundos, bastante menos en lo que habeis tardado en leerlo, pero me dejo muy mal cuerpo. Me ha hecho reflexionar sobre lo rapido que puede cambiar todo. Lo rapido que se puede pasar de la alegria a la tristeza, de la felicidad a la tragedia… no nos damos cuenta de la fina linea que las separa.

Un saludo
JM

10 comentarios:

elmasmalo dijo...

Me gusta el nuevo rumbo de tu blog, cazador.
Pues si, es totalmente cierto. Vivimos ajenos a la suerte que tenemos de estar donde estamos, de no tener ningún problema más allá de la hipoteca, el trabajo o incluso el amor, sin darnos cuenta que son problemas pequeños al lado de otras desgracias...
Buen artículo, Chema, sigue así...

susej dijo...

Mierda, mierda, mierda.
QUé putada

Raist dijo...

Pues sí, las días cambian en un abrir y cerra de ojos, es cierto. Tuerces una esquina y te tuerces tú también, que decía aquel.

También nos puede hacer comprender que no hay que llevar a los perros sueltos, no dejarlos a cargo de niños de 12 años, que quizá tenerlos en la ciudad no sea lo mejor para ellos...

Isthar dijo...

Pobrecito...

:´(


A veces hacen falta aún menos segundos para que tu vida deje de ser lo que es, por eso hay que vivir y disfrutar cada segundo, además de mirar bien cuando cruzas y andar con ojo ;)

Buttercup dijo...

Es cierto, sólo nos damos cuenta de eso cuando traspasamos la línea. Toco madera.

Prich dijo...

Un apena, menos mal que sólo fue una pata rota y curará sin problemas. Podía ser peor.

Raist dijo...

Y aquí nadie preocupado por el conductor que podría haber muerto de un volantazo, o al dar el volantazo atropellar a alguien, o estrellar el coche que a lo mejor aún no ha terminado de pagar y no podrá comprarse otro y lo necesita para ir a trabajar, o es autónomo y por un accidente tiene que pillarse la baja y está 3 meses sin cobrar...

Sip, pobre perrito desde luego, ojalá nunca les pase nada a los perritos y las niñas de 12 años no tengan que llorar desconsoladas y vivir el trauma de perder a su mascota que dejaron suelta por la calle...

(estoy de un radical que no me tengo)

Sofía B. dijo...

Pues menos mal porque conforme lo iba leyendo pensaba que iban a atropellar a la niña.

Yo siempre poniendome en lo mejor...

susej dijo...

Pues no Raist, no me había preocupado por el conductor, y sigue sin preocuparme.

Sin acritud ;)

Raist dijo...

Pues entonces tienes un problema, amigo lobo ;-)