Relato de un crucero

Hoy acabo de regresar de un crucero por el Mediterráneo Oriental, de la compañía Italiana Costa Cruceros, y en unas pocas líneas pretendo expresar mis impresiones sobre el mismo.

Empecemos por los diferentes puertos que hemos ido tocando a lo largo del crucero:

- ROMA, la ciudad eterna.... un destino fantástico, lleno de vida, con increíbles edificios, con sorprendentes restos de la Roma Imperial que te encuentras detrás de una esquina... fascinante. Me enamoró la Fontana de Trevi, y me cautivó el Panteón de Agripa. Comí maravillosamente en una modesta Trattoria cerca de la plaza de España, y acabé con ganas de más Roma.

- EGIPTO. Aunque el barco recala en Alejandría, todos los viajeros montamos en autobuses y nos dirigimos en un convoy de 55 autobuses, escoltados por el ejercito, hacia las Pirámides. Lo cierto es que las pirámides de Keops, Kefren y Micerino resultan impresionantes, y ellas solas justifican sobradamente el esfuerzo por ir a verlas.
Sin embargo, el resto del pais resulta decepcionante para mi. La suciedad invade todo, la pobreza es generalizada y no se les ve en vias de solucionarla. Un pais con 40 millones de analfabetos que viven en condiciones de miseria, y que sin embargo trata de convencerse a si mismo de que los Egipcios son los herederos de una gran civilización, y que nada tienen que ver con los arabes que les rodean.
Desgraciadamente para ellos, los egipcios perdieron su lengua y sus costumbres cuando fueron invadidos por los arabes. Y además dejaron caer en el olvido todos los avances medicos, filosóficos y arquitectónicos que habían logrado en los 30 siglos de esplendor que tuvieron.

- CHIPRE. Un destino muy turístico, las playas de la isla son buenas, y la comida excelente. Disfruté de un fantastico mero al vapor, que probablemente no lo haya probado jamas tan bueno.

- RODAS. La ciudad amurallada , el palacio del Gran Maestre de la Orden de los Caballeros de Rodas, y la Calle de los Caballeros. Todo en la isla recuerda a la Orden de los Caballeros de Rodas, que marcó la historia de la isla durante la Edad Media. Muy bien conservada, y con muchísimo encanto, un sitio digno de ver.

- ESMIRNA. Una gran sorpresa fue para mi nuestra estancia en Turquía. El pais se halla en vias de un desarrollo avanzado. Su proceso de “europeizacion” es muy claro, y están haciendo serios esfuerzos por acercarse hacia su camino de integración en la UE. Aunque les queda camino por recorrer, la impresión que me causo el pais fue muy positiva.
Visitamos las ruinas de la ciudad Romana de Efeso, que son unas de las mejor conservadas del mundo, y que vale la pena visitar. El poder ver una ciudad de 200.000 habitantes, con sus calles, sus cassa, su biblioteca de dos plantas.... una experiencia inolvidable. Os pego arriba una foto de la Gran Biblioteca de Efeso, la segunda más grande del mundo antiguo despues de la de Alejandría.

- ATENAS. La visita a la Acrópolis, y al Partenón es uno de los momentos cumbres del viaje. La admiración que te produce ver lo que fueron capaces de construir los antiguos griegos es casi igual a la rabia que me da ver que fue saqueado por los ingleses en el s XIX y que sus estatuas mas importantes estan en el museo de Londres.... repugnante.
Por otro lado, cuando ves las airosas construcciones, y los edificios, te das cuenta que la Edad Media fue un gran paso atrás, en el plano cultural, técnico, arquitectónico...

- OLIMPIA. Nuestra ultima etapa fue visitar Olimpia, los templos donde por casi 400 años se celebraron 96 olimpiadas consecutivas en el mundo griego. Una gran experiencia, por lo bien conservadas que estaban los antiguos templos, y por la trascendencia que ha tenido para el mundo moderno.
El poder correr en el primitivo estadio, donde se celebraban las primitivas olimpiadas... fue un momento muy emocionante.

En definitiva una gran experiencia, muy enriquecedora, y profundamente cultural. El mayor problema es que pese a conseguir conocer superficialmente muchas culturas durante estos pocos días, el propio crucero, por el poco tiempo que pasa en el puerto, te impide profundizar más en los conocimientos sobre estos lugares, por mucho que te apetezca hacerlo. De modo que finalmente solo te llevas una ligera pincelada superficial de cada sitio.

JM