Hoy llega el terrible momento, el que más temía desde hace unos días. Esta tarde cuando vaya al gimnasio me voy a enfrentar a la bascula. El dichoso aparato, con frialdad mecánica solo va a confirmar lo que ya dicen mis apretados pantalones desde hace unos dias .... he engordado estas Navidades, más de lo que deseaba.... de modo que me va tocar pasar un Enero de privaciones gastronómicas, que ha comenzado hoy mismo.
Tanto turrón, y tanto dulcecito navideño, y el puñetero Roscón de Reyes para terminarlo de arreglar... sumado a mi insaciable apetito... ha pasado factura. Lo malo es que lo que has tardado quince dias en conseguir tradas luego tres meses en perderlo... por lo menos en mi caso.
Llegan los días de pasar tristezas delante del plato.
Un saludo
JM
2 comentarios:
Ánimo, pero tampoco hay que dramatizar y comer lechuga todos los días... con cuidarse un poquito más y darle al deporte la cosa va volviendo a la normalidad...
La penitencia es la penitencia. Aceptarla es duro. Pero una vez superada, ya se puede volver a pecar ;-)
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