La moratoria nuclear

En un momento en el que en el mundo se habla del excesivo consumo energético, y del consumo responsable, como medio de contribuir a la ecología de nuestro planeta hay ojos que cada vez más se vuelven hacia la energía nuclear.

En España estamos "encantados" con nuestra política energética, que debido a la moratoria nuclear planteada por el Gobierno Socialista en 1991 nos convierte en deficitarios de energía eléctrica.

Nuestras energías más limpias son las de los criticados pantanos (que siempre inundan pueblos maravillosos en los que aunque no vive nadie, nadie puede vivir sin ellos), y la energía eólica, que pese a su buena voluntad y su limpieza, es totalmente insuficiente y poco estable en sus niveles de producción. Aparte de estas dos fuentes de producción "limpias", nos vemos obligados a utilizar plantas térmicas que queman fuel, que tenemos que importar, o carbón. En el caso del carbón en ocasiones como la térmica de Andorra (Teruel) quemando el lignito de la cuenca minera de Utrillas, con altos niveles de azufre, que provoca los altos niveles de contaminación de la zona circundante.

Pese a lo anteriormente citado, y dado que España ha dado la espalda a la producción de energía atómica, nos vemos obligados a importar electricidad de Francia, que con un numero elevado de modernas centrales atómicas de producción electrica es un exportador de energía electrica a sus paises vecinos. Esta dependencia es la que da situaciones como los apagones masivos de media europa que se produjeron hace unos meses.

Cuando las medidas de seguridad, y los controles han ido evolucionando en los ultimos años, cuando la energía atómica forma parte de la realidad de nuestro mundo, quizás debieramos replantearnos esta moratoria nuclear que da la espalda en España a una de las energías más limpias y baratas del planeta. Hoy en día la generación de electricidad mediante plantas nucleares es un fenómeno común a lo largo del planeta, e incluso los barcos de guerra, los submarinos etc… se propulsan mediante pequeños reactores nucleares.

Lo que hace quince años parecía ecológico, progresista y responsable; hoy comienza a parecer rancio, obsoleto y fuera de lugar, porque la energía nuclear ya no es una tecnología novedosa y peligrosa, sino algo totalmente contrastado, rentable, y sobre todo que podría sustituir a las plantas termicas que queman combustibles fósiles y arrojan a nuestros cielos toneladas de substancias contaminantes dia tras dia.

JM